El Manual del buen músico (V)

CONCIERTOS:

1.- Es muy importante que en los conciertos siempre haya más músicos que oyentes. Desarrollar políticas y elegir cuidadosamente los lugares para lograr este objetivo. Los nombres de los músicos ejecutantes deberán aparecer con distintos errores de ortografía en los programas de mano. Además apareceran los
nombres de integrantes fallecidos o jubilados, o incluso de otras bandas, pero no lo harán aquellos que entraron en los últimos 6 o 7 años, etc.

2.- Ya en el escenario y en los momentos previos al comienzo del concierto, repasar ostentosamente los pasajes importantes de lo que se va a tocar luego (De esa manera se evitará la sorpresa en el público).

3.- Tocar con el compañero de atril en unísono, lo más desafinado que se pueda.

4.- Con el público ya en silencio y justo antes de que el director baje la batuta, acomodarse ruidosamente en la silla o bien ajustar la posición y/o altura del atril en forma igualmente ruidosa. O mirar con cara de confusión los atriles vecinos, tratando de confirmar la obra que se interpretará a continuación.

5.- Durante los conciertos, cuando aún resuena el último acorde pianíssimo del adagio, que por casualidad salió muy bien y dejó al público profundamente emocionado, dar vuelta la hoja apresurada y ruidosamente.

6.- Los comentarios sobre la música a ejecutar deberán tener una duración mucho mayor que la música misma.

7.- Cuando se toca en una sala con mucha resonancia, no preocuparse demasiado por tocar todos los pasajes correctamente, ya que esas salas poseen una especie de "filtro de errores", el público no entenderá nada de lo que se toque.

8-. Durante el aplauso final, sonría débilmente o no muestre expresión alguna. Mejor aún: con indiferencia dedíquese a guardar su instrumento. Si tiene la suerte de sentarse en los últimos atriles aproveche para retirarse antes de que terminen los aplausos.

No olvidar por supuesto el afan de protagonismo del Sr. Director que en la música se denomina con el tecnicismo de "BISES".

BISES: El director hará que la orquesta toque uno o más bises aunque el público no lo haya pedido, ni aplaudido lo suficiente. Los bises tienen que ser obras más largas e importantes que el resto del programa. Si por error figurara la obra del bis en el programa impreso dirigirse al público y explicarle el "error".


Texto extraído de http://www.kovacich.com.ar/

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