El Manual del buen músico (IV)

ENSAYOS DE OBRAS A ESTRENAR:
(con el compositor y/o arreglador de la obra presenciando el ensayo, que ya es la leche)

1.- Durante los silencios cortos mueva la cabeza como negando algo. Esto hará que el Compositor se angustie pensando que escribió algo poco propicio a su instrumento. Si la obra a estrenar es tonal ponga cara de estar tocando Música para niños, pero si es atonal adopte una expresión de asco o de aburrimiento.

2.- No olvide mencionar las obras parecidas de otros Compositores que suenan admirablemente. Hable de otros Compositores que escriben en un estilo increíble. Evite mirar al Compositor y/o Arreglador, esto le creará una sensación de inseguridad y la certeza de haber escrito algo intolerable. Nunca se lleve la parte para estudiar en su casa. Esto es muy eficaz porque hará que el Compositor sienta que su trabajo no es digno de semejante cosa.

3.- Señale como errores a todos los acordes aumentados o disminuidos. Pregunte por todo intervalo de segunda o de séptima que haya escuchado y, cuando obtenga alguna explicación, nunca la acepte totalmente.

4.- Instrumentos Transpositores: Cuando el Compositor y/o Arreglador hable en notas reales, usted hable en notas de escritura, y viceversa. Si por alguna razón se produce una pausa durante el ensayo, diez o quince músicos deberán rodear al Compositor para hacerle preguntas y chistes de todo tipo hasta que este no sepa si reírse o contestar las intrigas.

5.- Evite saludar al Compositor y/o Arreglador después del ensayo. Aunque usted pueda tocar maravillosamente, nunca permita que eso suceda delante del Compositor. Toque más bien con desgano, como haciéndole un favor, o cumpliendo meramente con su obligación laboral.

Terminando este apartado, no puedo por menos que hacer una mención general a todos los ENSAYOS aplicable a los tres apartados de este cápitulo y con mención especial para los intrumentos de Viento-Madera:

Comenzar a guardar los instrumentos de viento 10 minutos antes del horario de finalización. Si el director lo notara negar todo, diciendo: "¡No, cómo me voy a ir antes!. Lo estaba secando, nada más, porque tenía mucha agua", y armarlo nuevamente.


Texto extraído de http://www.kovacich.com.ar/

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