1.- La mayoría de la obras están destinadas a ser ejecutadas una 200 o 300 veces (ya no hablo de pasodobles, marchas de semana santa, etc) durante varios años. De esta manera, el músico se interiorizará profundamente con la misma, con las sutilezas de las obras y llegará a percibir "lo que el compositor quería decir". Ya cuando no sea inevitable, se renovará alguna obra y se volverá al mismo "SISTEMA".
2.- En las bandas, es práctica habitual recurrir a transcripciones y arreglos, algunos de los mismos componentes. Cuando se disponga de varios, elegir siempre el peor de ellos.
3.- Las obras serán programadas según el "gusto de la gente". Cualquier obra demasiado moderna será descartada porque "a la gente no le va a gustar". Jamás pensar en un programa de crecimiento cultural, donde se tratará de dar a conocer "la nueva música" (otros le llaman contemporánea), a través de una política de programación coherente, que combine lo conocido con lo nuevo. "Play it safe"! (frase hecha que viene a decir, tocar seguro).
Texto extraído de http://www.kovacich.com.ar/
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